Recientemente tuve la oportunidad de participar en una charla TedX en el Decanato de Humanidades y Artes de la UCLA donde me solicitaron conversar acerca de la Economía de Colores. Esto en razón de mi interés por investigar nuevos enfoques y formas de analizar la ciencia económica. Sin embargo, no hay información cetralizada sobre el tema, más allá de algunos artículos aislados, pareciese que la Economía de Colores es de generación espontánea y se hace necesario aglutinarla y darle sentido académico y base teórica.
El tema es apasionante y creo que poco a poco el estudio de la economía irá migrando en esta forma de ver los procesos, actividades y formulación de las políticas económicas, superando un poco el esquema sectorial. Ahora bien, el tema, a pesar de ser poco difundido se ha dado a conocer más que todo a través de la Economía Naranja y las potencialidades que ella ofrece para el desarrollo de las naciones.
Tradicionalmente la economía se analiza desde un enfoque sectorial: sector primario que abarca las actividades extractivas y de explotación directa de los recursos naturales, el sector secundario que transforma las materias primas obtenidas en el sector primario en productos terminados, es decir, comprende toda la industria en distintos niveles y el sector terciario, que abarca los servicios y todas aquellas actividades que no producen mercancías, pero que son necesarias para el funcionamiento de la economía. La característica fundamental de estos sectores es que son actividades relacionadas con el proceso productivo.
El enfoque de la economía de colores se centra en agrupar estas actividades con base en elementos comunes asociados a productos provenientes de diversas manifestaciones que van mucho más allá de lo sectorial y que incluso en cada sector pueden desarrollarse todos los colores. Esta forma de ver la economía incentiva actividades y procesos no tradicionales que permiten formular políticas públicas dirigidas a nuevas formas de producción y generación de riqueza para los países.
En este sentido, lo más importante es que se pasa de analizar los sectores económicos y formular políticas dirigidas a incrementar el crecimiento de los mismos a diseñar estrategias para reducir la pobreza mediante la promoción de actividades dentro de políticas públicas mucho más eficientes. Es un cambio de enfoque.
Asimismo, es importante indicar que dentro de los colores hay dos que tienen efectos negativos en las economías, uno más que otro, como lo son la Economía Negra y la Economía Gris cuyas actividades están plenamente identificadas pero que operan desde espacios difíciles de determinar y que generan innegables distorsiones.
En este particular hay varias discrepancias. No existe en realidad ningún basamento teórico, salvo algunos acuerdos de organizaciones internacionales de alcance mundial que hayan realizado una clasificación estricta de la Economía de Colores. Sin embargo, se conocen los siguientes:
Hasta ahora, estos son los colores conocidos de la economía, como se aprecia, éstas actividades están presentes es los sectores tradicionales aunque sin considerar ningún color en específico. También es evidente que los colores se mezclan e interrelacionan entre sí lo cual es una excelente oportunidad de ver la economía de forma global y no parcelada, donde las distintas actividades pueden beneficiarse de políticas públicas que permitan desarrollarse en función de las ventajas competitivas de cada lugar y de manera indirecta llegar a encontrar potencialidades en todos los niveles de la economía.
Seguirán apareciendo colores en esta forma de entender los procesos económicos; en mi opinión, la economía de las criptomonedas y el blockchain son las próximas…